El mater blender de La Aurora, Manuel Inoa, es un apasionado de su trabajo y el arte de fumar. En la conversación mantenida con él en este vídeo, muestra su amor por el tabaco y ofrece consejos sobre cómo fumar cigarros.
Normalmente, cuando vas a cortar un cigarro, ¿cómo lo haces?
Lo primero que hago al cortar un cigarro es, obviamente, utilizar el sentido de la vista. Porque en un cigarro los cinco sentidos funcionan. Observo como se ve un cigarro en términos de confección y luego procedo al corte en la parte de arriba. No se debe cortar ni muy arriba ni muy abajo. Si lo cortas muy abajo, la capa se deteriorará. Doy mi corte y luego me gusta olerlo. Y en frío, lo llevo a la boca porque me da un avance de lo que me va a hablar el cigarro. En boca me trae algunas notas en frío que posiblemente se resalten cuando tengamos la combustión.
¿Cómo se desarrolla la habilidad de detectar las notas de los cigarros?
Lo primero que hay que tener en cuenta es que en la boca podemos identificar básicamente cuatro sabores básicos, dejando en este caso de lado el quinto, que está reservado para la carne. Dulce, salado, agrio y amargo es lo único que podemos percibir aquí. A través del olfato podemos percibir miles de notas sensoriales de los cigarros. Obviamente, esas notas son recuerdos del pasado, memorias que hay que empezar a recordar. Por eso, yo siempre digo que el cigarro no es para fumar, es para degustar, porque te evoca todos esos recuerdos. Por ejemplo, te evoca notas terrosas, aunque nunca has comido tierra. Pero se trata de que te traiga a la memoria cuando fuiste por un camino que nunca llueve, pero pudiste percibir esa resequedad. De repente, empieza a llover, y percibiste esa nota de tierra húmeda, agradable. Por tanto, es una cuestión de sensaciones, de emociones del pasado. Muchísimas notas están clasificadas como terrosas, frutos secos, cacao etc. Siempre va a depender del cigarro que se fume, porque las notas no están todas ahí. Unos tienen unas y otras tienen otras. Y cambian en un cigarro.
¿Las notas van cambiando?
¡Por supuesto que evolucionan! Siempre he dicho que los cigarros buenos, de calidad, deben ir cambiando en notas, sabores… Por eso, se suele dividir en cuartos, tercios… Un cigarro que siempre sea lineal, te esté dando lo mismo, es un cigarro que cansa. El cigarro debe ir evolucionando y pasando de bueno a mucho mejor. Con el formato no ocurre lo mismo. En teoría, los formatos se han definido para mayor comodidad del fumador en el momento de estar degustando un cigarro. Un fumador al que no le guste mucho abrir la boca durante la fumada, no se va a fumar un Churchill; sino que preferirá un Corona o un Figurado. Lo que sí pasa es que, en menor ring, puedes apreciar más cosas que en circunferencias mayores porque en los pequeños, aspiras menos flujo de aire, por lo que el tabaco viene más concentrado. En un cepo grande, obtienes más mezcla de aire con sabores de tabaco. En general, el formato está hecho para que los fumadores se sientan cómodos en la fumada.
Entonces, ¿se puede priorizar el formato sobre la mezcla a la hora de elegir los cigarros?
No es particularmente así. En primer lugar, el formato, debe ser uno que te guste. Digamos que tu favorito es Corona Gorda con un calibre de 47 en el anillo. El formato tiene que ser el que a ti te guste. Tú elegiste tu formato pero en la gama de formatos que hay, ahora tienes que buscar qué liga te gusta, por el sabor. Una cosa no tiene nada que ver con la otra. Cuando tienes el formato seleccionado, viene la predilección por la liga. Determinar si te gusta fumar muy fuerte, muy suave… Por ejemplo, hhay muchos tipos de rones con los que puedes maridar. Tú pruebas y eliges…