“Hemos coordinado la logística para la vacunación del Covid-19 de los empleados. El 82 % de la plantilla ya tiene la primer dosis”
Entró a formar parte de la familia de La Aurora en el año 2011, tras la separación de la fábrica del Grupo León Jimenes, cuando surgió la oportunidad de crear un Departamento de Recursos Humanos propio. La gerente del Departamento de Recursos Humanos de La Aurora, Nora Colón, que siempre había desarrollado su carrera profesional en esta área, se hizo cargo de este nuevo departamento.
“Cuando yo llegué a La Aurora, estaba previsto que iba a haber un crecimiento”, explica. Y así fue. Cuando Nora Colón ingresó en la empresa, había 237 personas y, tras 8 años, La Aurora cuenta con alrededor de 2.300 empleados. “Cada 15 días entra gente, fruto del proceso de desarrollo que siempre tenemos como industria. Hemos crecido bastante”, añade.
Nora Colón se siente muy identificada con las iniciativas de Responsabilidad Social Corporativa de la compañía. “La Aurora es una empresa socialmente responsable”, destaca Nora, a quien “le llena de satisfacción” que la gente se sienta bien con los proyectos que realiza la empresa. Por ello, esta área siempre está trabajando en nuevas iniciativas y necesidades de los empleados, la sociedad y el medio ambiente.
¿Cómo son los procesos de selección para trabajar en La Aurora?
Depende del área. Hay procesos de mecanizados que son muy diferentes de los del área manual, que es más estática. Por lo regular, siempre surgen oportunidades porque hay mucha gente joven. O por tema de los horarios, porque hay tres turnos y hay gente que no se adapta a trabajar por la noche. Y también porque surgen oportunidades y nuevos proyectos. Desde que yo entré aquí, han pasado como nueve o diez proyectos grandes, en los que entraron como 200 o 300 personas.
¿Y cómo debe aplicar una persona que quiere trabajar aquí?
Nuestra forma preferida es por la modalidad de referido. Es decir, cualquier empleado de aquí que tenga más de tres años en la empresa puede referir a alguien directo. En todo caso, lo primero que tienen que hacer las personas que quieran trabajar aquí es enviarnos el currículum, principalmente por correo electrónico.
¿Las personas que entran a formar parte de La Aurora ya tienen experiencia previa en el sector?
Para el proceso de reclutamiento, todo va a depender del puesto, pero nosotros tenemos muchos procesos que son de aprendizaje. Hay muchas áreas en las que se aprende aquí. Hacemos ingresos con instrucciones de dos días, en los que se les explica todo sobre la compañía y también sobre el puesto. Salvo en el caso de un puesto de tabaquero, que normalmente ya tiene una experiencia previa. Pero también hemos tenido formaciones internas. Hemos ingresado personal nuevo para enseñarles a hacer cigarros internamente.
La Aurora se rige por valores y principios, ¿hasta qué punto se identifican los trabajadores con ellos?
Parte de nuestra instrucción es explicar los valores y los principios de La Aurora. La entrevista está enfocada en competencias y las competencias son el reflejo en conducta de los valores y principios de cada persona.
Esos valores y principios de La Aurora, ¿también se plasman en sus iniciativas de Responsabilidad Social Corporativa?
Yo entré aquí y ya se hacían actividades, pero no de una manera formal. El Grupo León Jimenes proporcionaba la fortaleza de una empresa grande con muchos programas en los que se desarrollaba tanto su gente como cuestiones a nivel exterior. La Aurora, al separarse, continuó con muchas prácticas. En 2018, la empresa decidió asumir los objetivos fijados por la Organización de Naciones Unidas (ONU) en la Agenda 2030. Es decir, establecimos los proyectos como una iniciativa estratégica que ha ido creciendo. Siempre hemos hecho muchas cosas. Aunque la regla implica que uno debe de hacer cosas tanto interna como externamente, nosotros, como trabajamos para una masa que es económicamente pobre, hemos desarrollado gran parte de nuestro programa de Responsabilidad Social Corporativa (RSC) internamente y lo focalizamos en apoyar a nuestra gente y su familia, así como a la comunidad.
¿Cómo te sientes con este tipo de iniciativas de ayuda a los empleados y a la sociedad en general?
En lo personal, me identifico mucho con lo social y me sale como muy natural porque me gusta, lo he hecho voluntariamente a nivel personal anteriormente. Me gusta y me sale bien. Se le ha dado un enfoque ahora de lograr y aportar un granito de arena en esos objetivos. Y trabajar con nuevos empleados, porque hay muchos temas de vulnerabilidad etcétera.
¿Son siempre los mismos programas de Responsabilidad Social Corporativa?
Hay programas que ya tienen muchos años, unos 25. Y otros que van surgiendo. Por ejemplo, en 2018 incluimos la limpieza de costas. Nunca lo habíamos hecho. Habíamos limpiado ríos, cañadas, comunidades… porque el tema de huella ambiental en República Dominicana es complejo. Hay otros objetivos que tienen que ver con mejorar la calidad de vida de los empleados, que la empresa tenga la oportunidad de impactar en la familia de nuestros empleados y su entorno. También tenemos muy en cuenta el tema de la educación y lo que significa para el desarrollo de la nación.
¿Cómo surgen las iniciativas nuevas?
Los programas surgen porque detectamos necesidades. Hay cosas que son de la misma sociedad y otras internas. Hemos querido analizar cómo vive nuestra gente. Por ello, una persona de nuestro Departamento de Recursos Humanos se pasa cada viernes por las distintas áreas y va hablando con los empleados sobre cómo son sus condiciones de vida. Esto nos permite tener datos de cómo vive nuestra gente. También hay termómetros que emiten alarmas, como por ejemplo cuando una persona viene varias veces con signos de violencia en el hogar. Eso nos permite actuar.
Además, planteamos ideas de muchas cosas que se pueden hacer, las vemos, las analizamos y ponemos en marcha las que vemos factibles. Por ejemplo, tenemos un banco de donantes de sangre. También contamos con un programa de ayuda a la vivienda para empleados que ya llevan ocho años trabajando en la empresa.
Por otra parte, buscamos fechas clave y ligamos actividades a esos días.
¿Cómo son los proyectos medioambientales?
La Aurora es una empresa socialmente responsable. Hay mucho interés y mucha actividad de ecología. Siempre ha sido abanderada de esos temas y hemos tenido muchas relaciones con entidades del estado vinculadas con el medio ambiente. Mucha gente que ve lo que hacemos se siente muy identificada con ello. De hecho, parte se respira en el ambiente. Siempre buscamos la forma de innovar.
¿Cómo reciben los empleados todos estos proyectos?
Los empleados son muy receptivos y muy responsables. La gente valora mucho este tipo de cosas porque entienden que agrega valor. Además, tenemos un reconocimiento a los empleados que se llama de antigüedad. Se hace cada cinco años: cuando llevan en la empresa 5 años, 10, 15, 20 y hasta los 25 años. Es una actividad en la que se les da un suéter con un color y en el que se dice que son parte de la historia, y se les concede también una placa. Es una actividad muy bonita, es un reconocimiento a la antigüedad. Llevamos haciéndolo tres años y la gente lo valora. Las personas valoran todo lo que le genere reconocimiento.
Como responsable de Recursos Humanos, ¿cómo te hacen sentir estas iniciativas?
Me hacen sentir muy bien. Me encantan. Me llena de satisfacción que la gente se sienta bien. Si aquí se logra algo para alguien, lo siento como para mí. Si un empleado, un compañero o un colaborador recibe un bienestar, entiendo que eso suma.
Todo este trabajo, ¿tiene su reconocimiento?
Casi todas las premiaciones que dan a la empresa toman en cuenta los planes de RSC. Por ejemplo, los premios estatales al exportador o a la calidad, o los reconocimientos que hacen algunas revistas. Todo ello es muy emocionante. Somos partidarios de estar siempre pensando cómo mejorar.
Igual que todos los sectores y las empresas, La Aurora ha tenido que hacer frente a los nuevos retos planteados por la pandemia de Covid-19. ¿Qué medidas se han tomado?
La empresa tiene un comité de situaciones especiales, que se ha encargado de elaborar los protocolos para garantizar que nuestras operaciones se realizan con la mayor seguridad. Siguiendo las recomendaciones sanitarias, se han diseñado varios protocolos. Por ejemplo, la higienización de todos los autobuses que transportan a nuestros colaboradores; la realización de pruebas de PCR y controles de seguimiento a todo el personal, la entrega y el uso obligatorio de los equipos de protección personal como mascarilla y lentes, así como señalizaciones que invitan a mantener el distanciamiento social en todas las áreas de alto tránsito. También fomentamos programas de ayuda psicológica y apoyo médico en los momentos difíciles, así como clases virtuales y refrescamiento de conocimiento y políticas para nuestros colaboradores.
En cuanto al desempeño del empleo, ¿qué iniciativas se tomaron?
La mayor transformación ha sido tener que migrar en la medida de lo posible nuestras actividades a la modalidad virtual: desde las reuniones, las capacitaciones hasta la presentación de nuevos productos al público, siendo una empresa industrial con procesos de labor continua. Además, hemos logrado tener todo listo con los protocolos para cuando volvimos a iniciar las labores.
Ahora es el momento de la vacunación para frenar la pandemia, ¿cómo se ha implicado La Aurora en este punto tan importante?
Hemos dado soporte para la vacunación a los empleados. Se han realizado dos jornadas de vacunación en las que se ha puesto la primera dosis de la vacuna al 82 % de la plantilla y las dos dosis al 50 %. A principios de julio tendrá lugar la tercera jornada de vacunación para poner la segunda dosis a quien corresponde y seguir suministrando la primera a quienes no la tienen todavía. Las vacunas las administra el Ministerio de Salud del Gobierno dominicano y nosotros coordinamos la logística para que los empleados no tengan que salir, sino que se les suministre aquí mismo la vacuna. Además, hemos realizado muchas actividades de divulgación entre nuestros colaboradores de la importancia de la vacunación para poder frenar la expansión del Covid-19 porque hay mucho escepticismo sobre la vacunación y mucha gente joven no quiere vacunarse. Para motivar a la vacunación, creamos un sorteo de una motocicleta entre los empleados de La Aurora que ya están vacunados. Para participar, debían presentar su tarjeta de vacunación con las dos dosis recibidas. También utilizamos las redes sociales para enviar mensajes sobre la necesidad de vacunarse, tanto por uno mismo como por la sociedad en general.