¿Qué factores influyen en un cigarro?

Para saber apreciar las notas y cualidades de un cigarro, es importante conocer los factores que influyen en las características de los tabacos que lo forman. El Master Blender de La Aurora, Manuel Inoa, habla de ocho factores básicos que influyen a la hora de hacer un cigarro de calidad, con mucho cuerpo y sabor.

Según Manuel Inoa, son los siguientes:

  • La tierra: los nutrientes que tienen la tierra dan distintas características al tabaco, diferentes aromas y sabores variados. “No es lo mismo la tierra cubana, dominicana o nicaragüense”, dice.
  • La variedad de semilla: dependiendo de la semilla, habrá diferentes sensaciones en la boca y distintas emociones en el momento de la fumada. “Habrá semillas de mucha fortaleza, que son las cubanas, como Piloto Cubano, San Vicente, Criollo 98; y muy aromáticas, como las de República Dominicana”, detalla.
  • El clima es un factor relevante, ya que solo se siembra tabaco en República Dominicana, en Cuba y en Nicaragua en noviembre, diciembre y enero por la luz solar. Si hay mucha luz solar, el tabaco será muy grueso, es decir, tendrá mucho sabor, muchas cosas buenas, pero no combustionará bien. Si hay mucha lluvia, el tabaco sale muy fino, lo cual es muy bueno para la combustión, pero carece de sabor. “El clima es muy importante. Las plantas de tabaco tienen que tener la cantidad perfecta de horas de sol y de lluvia”, resalta Inoa.

  • El piso foliar: dependiendo de la posición de la hoja en la mata, tendrá mucho más sabor o será menos intensa. Desde abajo hacia arriba están los pisos foliares volado, seco, viso y ligero; siendo las más fuertes las hojas ligeras y las menos fuertes, las secas. “Las del piso volado las usamos para picadura y para aplicarles sabores artificiales para hacer los cigarros saborizados (los Príncipe saborizados)”, explica Inoa. Por su parte, los pisos secos tienen muchas notas de madera y terrosas. En el viso, la combustión es mucho mejor, y destacan notas como nueces y frutos tropicales; y en el piso ligero, hay mucha más fortaleza y notas más oscuras y amargas, como sabores a chocolate, café o miel.
  • El curado: es el proceso por el que las hojas pasan de verde a amarrillo y luego a marrón. Si no se hace bien, habrá problemas en la fumada.
  • La fermentación: en promedio, dura entre 1 año y 1,5 años, como mucho dos años. Según Inoa, en este punto “pasan muchas cosas”, por lo que, si no se ejecuta correctamente, la fumada también es defectuosa.
  • El añejamiento: dura un mínimo de dos años si quiere usarse el tabaco rápidamente; pero La Aurora se toma su tiempo y dedica al tabaco entre cuatro a cinco años de añejamiento en pacas. A ese tiempo, le añade un año más en barricas de roble, las cuales aportan notas a melaza o caramelo, por ejemplo, y también a madera ahumada, puesto que esos toneles se queman por dentro para su previa utilización en la fabricación de ron.
  • El cosechero: es muy importante. Depende de lo que él haga en la tierra, se puede tener un problema cuatro años después. Por ejemplo, si las matas se ven afectadas por hongos, gusanos o cualquier plaga, si aplica mal los tratamientos antifúngicos o los mecanismos de prevención de plagas, aparecen sabores metálicos en la fumada. “Hay muchos sabores malos cuya parte de culpa puede recaer en el cosechero”, concluye.

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